27.5.10

MIRANDA SABE DIVERTIRSE

Durante tres días se celebra en la localidad de Miranda de Ebro, las fiestas de San Juan del Monte, coincidiendo siempre con el lunes de Pentecostés y el fin de semana que le precede. Los actos de estas fiestas, concentran cada año mayor cantidad de público, compuesto principalmente entre mirandeses y un gran número de foráneos que cada año acuden para disfrutar de la romería, considerada la más importante y antigua del norte español.
Las fiestas de San Juan del Monte provocan gran alegría en los sanjuaneros y sanjuaneras que junto a la música de las diferentes charangas, conforman la banda sonora de estas peculiares fiestas. A todo esto, debe sumarse el variado colorido que aportan las vestimentas distintivas de las cuadrillas registradas en la Cofradía de San Juan del Monte.
El sábado por la tarde es el día más especial para los sanjuaneros. La Plaza de España y sus aledaños se convierten en un auténtico hervidero humano. Miles de personas se concentran desde las primeras horas de la tarde en la plaza para ser testigos de la resurrección del bombo, que continuando con la tradición, emerge de las aguas del río Ebro, para ser trasladado a continuación hasta el Ayuntamiento, desde donde se procede a ejecutar el bombazo, o toque de bombo, por parte del Sanjuanero y Sanjuanera de las fiestas. El tradicional grito ¡Ese bombo! coreado por la multitud que invade toda la plaza, encuentra la respuesta trás el golpe que dan los Sanjuaneros Mayores, de este modo comienzan tres días festivos, plenos de colorido, alegría y bullicio que son agotadores. Miles de personas saltan enfervorizadas en ese momento y la fiesta estalla para continuar toda la tarde y parte de la noche. Los bombistas de las peñas sanjuaneras contestan al bombazo, momento en el que se descorchan cientos de botellas de champán. La multitud se desparrama llevando los aires de la fiesta a toda la ciudad.
Acudir a estos días a Miranda, implica disfrutar de una continua fiesta. Desde por la mañana el sonido de las trompetas, los bombos y platillos de las charangas, recorren cada rincón, dejando claro que las fiestas de San Juan del Monte se distinguen por su bullicio y colorido, por esa hermandad que entre los romeros, por el incansable saltar de las cuadrillas, alma y vida de la fiesta. De una fiesta que es el sentir del alma popular mirandesa. Está claro que Miranda sabe divertirse.

CON HAMBRE DE FIESTAS

Representantes de la cuadrilla Komando Patxarana en el Festival de la Morcilla 2010

Toda fiesta siempre tiene presente la gastronomía como pieza importante en su celebración. De hecho la gran mayoría de las personas recuerda más un buen plato que un buen baile. Aunque cabe decir que la mezcla de ambas asegura el éxito en cualquier festejo. El cocido madrileño en las fiestas de San Isidro, el pescadito frito en las Ferias Andaluzas o la sabrosa paella en las Fallas de Valencia, son algunos de los ejemplos más conocidos en esta mezcla entre diversión, comida y bebida del folklore español.

Se puede decir que una buena fiesta debe dejar un buen sabor de boca, y obviamente la única forma de poder conseguirlo es degustando los productos típicos de la zona. En toda ciudad y pueblo, se aprovechan los días de las fiestas patronales, ya no solo para disfrutar del baile y del jolgorio, si no también de una buena comida. En el caso de las Fiestas de San Juan del Monte, romería celebrada en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, destaca un alimento muy típico en sus tierras, la morcilla, hasta tal punto que se celebra un Festival de la Morcilla. Este evento, anuncia la llegada de las fiestas y los sanjuaneros y sanjuaneras más valientes, compiten entre peñas para conseguir la mayor cantidad de kilogramos de morcilla consumida durante una hora y media.
Una semana antes de las fechas cumbres de la romería mirandesa, los sanjuaneros y sanjuaneras, ya se visten con la indumentaria característica. Las blusas de cada Cuadrilla, ponen el toque de color a la tarde del último sábado antes de las Fiestas de San Juan del Monte. El lugar elegido en la actualidad, es un plaza del centro de Miranda de Ebro, donde el público asistente puede ver a la perfección el transcurso del Festival de la Morcilla. En el centro de esta plaza se sitúan unas 25 mesas, que ha modo de un improvisado restaurante están destinadas para las Cuadrillas participantes. Al lado de cada una de las mesas, una pequeña barbacoa preparada para empezar a asar las morcilla que sean necesarios.
El olor a morcilla asada puede ser la causa del aumento de público. “Teóricamente esto es el primer acto de las fiestas, aunque hay otros con anterioridad como es la elección de los sanjuaneros y sanjuaneras mayores o la comida conmemorativa del blusa. Pero el Festival de la Morcilla es el más popular. La gente del público acude con un principal objetivo que es la diversión, y por parte de las Cuadrillas hay que sumarle las ganas de participación” comenta el presidente de la Cofradía de San Juan del Monte, Pablo Vergara. Los mirandeses tienen hambre de fiesta y según el presidente de la Cofradía, es tan grande la devoción de los mirandeses por estas fiestas que resulta “difícil de explicar. Todo se engrandece mucho en San Juan del Monte, la gente se involucra tanto que todo llega a magnificarse. Es impresionante”. La misma Cofradía, organizadora del evento, se encarga de entregar a cada Cuadrilla participante, a parte de la barbacoa; sacos de carbón vegetal y la cantidad de morcilla necesaria, que se va pesando y anotando según va transcurriendo el Festival.
Según las Bases del concurso, cada equipo debe estar formado por seis componentes, todos deben de pertenecer a la misma Cuadrilla. Ésta debe de formar parte de la Cofradía de San Juan del Monte. De los seis, uno debe de ser el cocinero, que junto a otros cuatro compañeros, deben de degustar la mayor cantidad de morcilla posible. Como responsable del equipo, el encargado de Cuadrilla, que debe suministrar la morcilla necesaria a su grupo, cada vez que estos lo pidan. Este no podrá comer morcilla, pero si controlar que en las demás Cuadrillas se cumplan las reglas. Roberto Martínez, encargado de la Cuadrilla Komando Patxarana, explica que el Festival de la Morcillas es un concurso en el que lo importante es “pasárselo bien y echarse unas risas con los de tu Cuadrilla, y con el resto también por supuesto. Es un acto muy divertido de las fiestas, hay que disfrutarlo de una forma correcta y sin problemas” El anterior año, el Komando Patxarana se alzó con el título del Festival, tras ser descalificados los supuestos ganadores por haber realizado trampas, aun así consiguieron consumir casi seis kilos y medio de morcilla. Martínez quiere dejar claro que su Cuadrilla, el Komando Patxarana, concursa pera disfrutar, y graciosamente añade que “si te das una vuelta por las Cuadrillas que están comiendo, verás que hay auténticos profesionales comedores de morcillas, unos tragaldabas como se suele decir. Es como si esa gente no tuviese fondo.” Según la Cofradía de San Juan del Monte, la medía de morcillas consumidas por cada cuadrilla es de unos cinco kilos y medio, pero ha habido años en los que los ganadores han llegado a ingestar casi ocho kilos de morcilla. De esto se saca que para participar en este concurso, se requiere tener un estomago de miedo y estar muy preparado para no sufrir una fuerte indigestión.
Para muchos, participar en este Festival es un gran mérito que según Roberto Martínez se debe de probar, ya que “lo importantes es mantener esta tradición por muchos años, para que siga vivo y siga siendo un comienzo divertido de las Fiestas de Miranda” apunta Martínez.
En definitiva, el Festival de la Morcilla es el aperitivo de lo que les espera a todos los sanjuaneros y sanjuaneras en las Fiestas de San Juan del Monte. Una sabrosa forma de empezar y por supuesto de mantener las viejas tradiciones. Y como dice un refrán comiendo pan y morcilla, nadie tiene pesadillas, así que con tanta cantidad de morcilla consumida las fiestas prometen dulces sueños para todos.

LOS ORIGENES DEL FESTIVAL DE LA MORCILLA

Antiguamente, en la romería hasta San Juan del Monte, los romeros se pasaban todo el día en el monte entre actos, bailes, bebida y comida. Desde por la mañana, se empezaban a preparar las hogueras para el asado y entre soplido y soplido para avivar el fuego, las botas de vino rondaban de mano en mano. Otros iban preparando las parrillas para poder asar toda la comida que habían subido en grandes cantidades. Entre tantas cosas, las morcillas que habían comprado, o incluso hecho personalmente con anterioridad en época de matanza. A mediodía el olor del monte se mezclaba con el de la comida, pero entre todos, destacaba el aroma a morcilla asada. “Es un producto que se ha comido muchísimo en Miranda, de hecho en estas fiestas ha sido muy típico desde siempre porque se asaba en el monte. Era muy fácil de llevar y transportar.” explica Pablo Vergara, actual presidente de la Cofradía de San Juan del Monte. El almuerzo se convertía en una divertida fiesta. El vino ayudaba a digerir gustosamente la morcilla, consiguiendo de esta manera recopilar las energías suficientes para volver a la ciudad a última hora de la tarde.
Este evento de carácter familiar y social, fue evolucionando hasta convertirse en el Festival de la Morcilla que es hoy.“Hace treinta años, la directiva de ese momento, decidieron llevar la degustación de la morcilla a un concurso gracioso, un concurso donde la gente pudiese disfrutar comiendo o viendo como comen” dice Vergara. Ningún romero de épocas pasadas podía imaginarse la evolución que han tenido aquellas reuniones entre amigos y familias, y que realizaban todos los años por motivo de las fiestas de Miranda.

FESTIVAL DE LA MORCILLA

SER SANJUANER@ ES...

Maria Jose y Diego posan en la Plaza de España, lugar de encuentro de las fiestas/ Jose Ruiz

Todo el mundo habrá notado alguna vez, esos nervios que se sienten previamente a la llegada de un acontecimiento. Ese cosquilleo, que según se va acercando la fecha indicada aumenta. A veces te despista, otras te llena de felicididad y en ciertas ocasiones, te produce malestar cuando sabes, con certeza, que no podrás disfrutar de tan esperado evento, debido al trabajo, estudios o lejanía. En el caso de los jóvenes mirandeses Maria José Caballero Alcalde y Diego Hermosilla Velasco, ambos de treinta años, esta sensación descrita la han notado en sus diversas facetas. Desde un bar de la Plaza España de Miranda, y minutos antes de que comience el pregón anunciador de las Fiestas de San Juan del Monte, explican el porqué de tantos cambios en el estado de ánimo.
//Jose Ruiz

¿Que significan para un mirandés las fiestas de San Juan del Monte?
Diego- En pocas palabras, fiesta y diversión. Pero sobre todo estar con los amigos que no nos vemos mucho durante el año.
Maria José- Son unas fiestas especiales, diferentes. La gente en estas fiestas está mucho más amable, con ganas de juerga e incluso con un divertido punto de locura.

¿Que sensación se tiene estos dias previos al comienzo de las fiestas de San Juan del Monte?
D.- Pues personalmente, tengo ganas de que lleguen para estar con mis amigos, comer, estar todo el día de fiesta y pasarlo bien, además este año va hacer buen tiempo, por lo que todo será mucho más agradable.
M. J.- En mi caso, los sentimientos que tengo estos días son casi todos de nerviosismo, con esa cosilla ahí en el estomago que no se quita. Pero con muchas ganas de que lleguen para pasarmelo bien por supuesto

Y durante el año, ¿Cómo se vive la llegada de las fiestas?
M. J.- Depende mucho de la situación en la que estes. Si perteneces a un peña y encima eres presidenta, como ha sido mi caso anteriormente, la fiestas se viven entre gestiones y papeles durante todo el año. Y a nível personal, pues no te acuerdas durante el año. Bueno, cuando te toca trabajar y no puedes acudir o disfrutarlas correctamente quizá si que se piensas un poco mas en las fiestas.

Y en tu caso Diego, ¿como se vive la llegada de estas fiestas viviendo fuera de Miranda?
D.- El primer año fue muy duro el no estar, pero finalmente te vas acostumbrando. No te queda otra. De todas formas, ya no es como cuando eres un chaval que apuntabas, a modo de cuenta atrás, los días que iban quedando para el comienzo de las fiestas. Actualmente, ya solo lo tengo presente, como mucho, un mes antés de su inicio.

¿Que nivel de implicación con las fiestas se requiere para poder disfrutarlas de la mejor forma posible?
M. J.- Eso depende de cada uno. Yo este año, estoy más relajada en la peña, durante unos años he sido la presidenta, por lo tanto requería mucha más implicación. Por lo demás, quizá sea por la edad, pero prefiero disfrutar con mi peña de todos los eventos a quedarme de fiesta hasta las seis de la mañana en la zona de marcha y al día siguiente no poder ni levantarte.
D.- Yo no estoy en peña, hace tiempo que no. Pero si que es cierto que cuando te vas haciendo mas mayor el tiempo se aprovecha mejor.

¿Hay alguna diferencia existente entre pertenecer o no a un peña?
D.- Depende de la ocasión. Quizá se vivan mejor las fiestas en peña, ya que con ella desfilas o te vas a comer entre tantas cosas. Cuando vas por libre, pues el grupo es más reducido y puede que más cómodo.
M. J.- Para mi es mejor estar en peña, se viven mas intensas las fiestas. Estas durante tres dias con ochenta personas mas o menos, con las que durante todo el año el contacto no es tan fluido y divertido como en estas fechas. Mi grupo de amigas, estamos más de la mitad en la misma peña y lo pasamos genial con el resto.
De todas los eventos que contiene estas fiestas ¿Cuál es el que más emotividad puede provocar en un sanjuanero? M. J.- Para mi el Bombazo. Ya que todos los sanjuaneros, explotamos de alegría a la vez. Es un momento que cada vez que lo recuerdo, los pelos se me ponen de punta al ver a toda esa gente saltando, cantando y disfrutando. Es un gran comienzo de las fiestas.
D.- En mi caso la bajada del monte del lunes por la tarde. Te encuentras con todo el mundo de camino a Miranda. Esas casi dos horas de caminata entre charangas, música y gran cantidad de gente conocida y desconocida, hacen que los últimos momentos de la fiesta sean muy especiales y emotivos.

A las Ferias Andaluzas se las identifica con los vestidos de flameca y los farolillos ¿Con que se puede identifcar claramente las fiestas de Miranda de Ebro?
D.- Para mí con el pañuelo. Cuando mi madre me lo entrega planchado ya me hago a la idea de que son fiestas. Me lo pongo, junto con la blusa y la faja, y comienzo a disfrutarlas.
M. J.- Para mi las charangas y los bombos. Son elementos típicos de fiestas que se viven en la calle, como son las de San Juan del Monte.

En definitiva, ser sanjuanero es…
M. J.- Un sentimiento, algo que no se puede describir. Hay que vivirlas y para entender que es lo que sentimos los mirandeses.
D.- No tener miedo a nada, dejarse los prejuicios en casa ya que somos

EL CASTIGO ECLESIÁSTICO DE LAS FIESTAS


En 1946, el Obispo de Calahorra, Don Juan Piñero Osorio, culpó a los romeros de inmorales. Señalaba que la romería se hacía de forma poco ordenada, que el fervor religioso había decaído y que se comía y bebía en exceso, aprovechando para practicar todo tipo de indecencias. Así que introdujo diversos cambios en la celebración de la romería: una rígida reglamentación para los asistentes a la misma y una variación en el recorrido. Con respecto a la primera, dictaminó que a partir de ese año la gente debería ir ordenadamente en filas y de dos en dos, los varones en un lado del camino y las mujeres al otro, separados y sin hablar entre ellos y continuamente rezando. El recorrido fue acortado prácticamente a más de la mitad; en vez de ir hasta la ermita del Santo, se detenían en la parroquia de Santa Marina de Bardauri y sin detenerse ni a comer ni a beber, regresaban a Miranda.
Las cuadrillas responden a estos hechos recordando al Obispo los males que podía acarrear en Miranda, debía de guardarse la costumbre, pues la devoción a San Juan del Monte había propiciado grandes bienes, sobre en sus cosechas. El Obispo permitió, mientras los romeros oraban en Bardauri, acudir a la ermita del Santo a un cura y a cuatro representantes de las cuadrillas. Pese a estas prohibiciones, algunos, siguieron subiendo ocultamente a la ermita del Santo en el día de la Fiesta.
Pero fue el Arzobispo de Burgos, Don Juan Antonio de los Tucros, quien dió el golpe más duro a la romería en 1794. Concienciado con este tipo de celebraciones, decía que se habían convertido en meras fiestas profanas, donde lo menos importante era el elemento religioso, indicando que “hay romerías que por la corrupción de los siglos vienen a ser poco menos que ramerías…”, poniendo como ejemplo más negativo a la de San Juan del Monte, a la que amenazaba diciendo que “a pretexto de devoción a San Juan del Monte, se juntan cuadrillas de ambos sexos con mil escándalos y peligros en el día y en la noche de San Juan Evangelista. Desde luego voy a tomar las providencias más serias para abolir la memoria de tal abuso en aquel monte… “ Con este último ataque a la romería, la ermita fue derruida en los últimos años del siglo XVIII, por lo que aquellos intentos de 1646, de recortar y depurar la procesión parecían a punto de conseguirse.
En 1963 las fiestas se ganaron el respeto del clero. Durante la Bajada de los Romeros, al enterarse del fallecimiento del Papa Juan XXIII, la música de las charangas cesó, recogieron las pancartas y bajaron en absoluto silencio. La iglesia finalmente cambia de opinión con respecto a las fiesta de San Juan del Monte, deja de verlas como una fiesta profana. Jose Ruiz

17.3.10

YO PECADOR CAPITAL NO ARREPENTIDO


La vida esta llena de tentaciones, dificiles de evadir. Estoy convencido que todo el mundo a pecado y seguira pecando el resto de sus vidas. La existencia de las religiones es un motivo innecesario para convencer a la humanidad de lo 'malo' que es pecar. ¡Mentira podrida!, pecar es bueno, pecar es divertido y pecar es 'humano'. Yo me considero un PECADOR CAPITAL NO ARREPENTIDO, porque peco con gusto y con razón. Quiero apuntillar que no peco inapropiadamente, mi forma de pecar es distinta, incluso hasta beneficiosa desde mi punto de vista. Peco de AVARICIA porque me gusta disfrutar de mis amigos, de mi familia y de mi mismo yo solo. Peco de LUJURIA porque quien diga que no le gusta el SEXO miente, yo disfruto de la carne. Peco de SOBERBIA porque creo en mi mismo y en que soy unico e inmejorable. Peco de ENVIDIA porque quisiera tener la buena suerte de los afortunados. Peco de GULA porque deboró en el amor con mi pasión. Peco de IRA porque mis instintos asesinos florecen ante las personas con malas energias e intenciones. Pero principalmente peco de PEREZA porque mis pecados se quedan en simples pensamientos. Aún así seguiré pecando porque 'PECAR para mi no es MALO'.

1.3.10

ADIOS SOLEDAD

Ultimamente noto en mi interior algo que me aprisiona. No me deja ser libre, no me deja actuar, pero lo que mas miedo me da, es que no me deja avanzar. ¿Qué es esa cosa que me ronda las entrañas? Como si de una mancha negra se tratase, que tiñe de pena a la alegria. Sinceramente, estoy preocupado, nunca habia sentido tanta tristeza sin tener ningun motivo. Los estudios me van bien, la familia me quiere, mis amigos me apoyan ¿QUE ME PASA?, no lo se. Quizá la soledad de la que he disfrutado tanto ultimamente, haya echado tanta raiz en mi interior, que le duela cualquier señal de socializacion que yo mismo tenga. Ese dolor me lo transmite a mi en tristeza y desgana.
Pues siento decirte Soledad que no quiero seguir unido a ti por siempre. Permite que mi corazon lata por si solo. Agradezco la fortaleza que me proporcionaste en su momento y que me ha servido de gran ayuda, pero por favor, ¡Afloja tus raices que me ahogo!. Permite que mi corazon sienta de verdad el cariño que la gente me ofrece, permite que el amor vuelva a fluir por mis venas, permite que la frescura de cada dia oxigene mi alma. Tu ya has echo tu trabajo, tu mision ya se ha cumplido, permite que la alegria te sustituya, porque quiero volver a estrechar lazos con ella. Con esto no te digo Hasta siempre, te tendre en cuenta en los momentos mas importantes, porque siempre seras mi mejor compañia, pero no de esta forma a la que nos hemos acostumbrado. Quiero disfrutar de las cosas que me rodean y para ello tienes que dejarme. Adios Soledad.